La salud del microbioma ( el conjunto de genes de los organismos microscópicos (microorganismos) presentes en nuestro organismo) está intimamente relacionada con nuestra inmunidad en general.

Nutrir las bacterias benéficas es parte esencial de la salud intestinal. Sin embargo muchos otros procesos tienen lugar antes de que la comida llegue siquiera al intestino delgado.

Es por eso que Phoebe Lapine (escritora de gastronomía y salud) nos comparte en su libro Bienestar Total  «algunos ajustes a nuestro estilo de vida que pueden mantener felices a tus trabajadores intestinales y hacer que tus tuberías funcionen como una máquina bien aceitada»

1.Intenta utilizar antibióticos sólo cuando sea absolutamente necesario:
La doctora Chutkan recomienda preguntarle a tu médico lo siguiente:
¿el antibiótico tratará una infección real o es solo preventivo?
¿Qué es lo peor que puede pasar si no lo tomo?
Si decides tomar el tratamiento incrementa tu ingesta de probióticos durante el mismo y hasta un mes después para asegurarte de repoblar lo que haya sido aniquilado.

2.Toma un suplemento de bichos embotellados:
Comer alimentos lactofermentados es lo ideal. No obstante, si estás enfrentando una extinción masiva (como la que ocurre cuando tomas antibióticos), apóyate en los suplementos.

3.Deshazte de los antiácidos:

Al igual que los antibióticos, muchos medicamentos de venta libre tienen efectos secundarios no anticipados que pueden empeorar tus problemas intestinales a la larga.

Si disminuyes el ácido estomacal con inhibidores, crearás un entorno que será más susceptible a ataques de bichos foráneos.

4.Evita los desinfectantes de manos:

Sobretodo durante la infancia, cuando el microbioma sigue siendo colonizado de cara al futuro, es importante NO aniquilar las diversidad de especies frotándonos químicos en las manos. El jabón de Castilla normal y el agua tibia son suficientes para protegerte de los bichos malos.

5.Cómete la planta entera:

Aunque  todas las verduras son buenas para alimentar a los bichos benéficos, las variedades más fibrosas como los espárragos, la alcachofa, el puerro o poro y la cebolla tienen altos niveles de fibra y de inulina, un carbohidrato complejo que le encanta a la flora intestinal.

6. Ten leguminosas, semillas y nueces a la mano:

No es ninguna sorpresa que todos estos  alimentos ricos en fibra y carbohidratos complejos sean los favoritos de las bacterias intestinales también. Ten siempre a la mano frijoles cocidos, nueces picadas y semillas de hemp a la mano para aderezar tus sopas y ensaladas.

7. Usar un banquito ayuda a que las heces salgan con más facilidad:
A todos nos iría mejor si hiciéramos del baño como se hace en el campo: en cuclillas  sobre un agujero abierto en el suelo sin pilas de revista cerca . Por fotuna podemos recrear esta postura sin abandonar  los retretes. Basta con usar pequeños banquitos como plataformas para alzar las rodillas. Esto abre el colon y acomoda los intestinos  en la posición ideal para evacuar.

8.Dale un respiro a tu sistema digestivo tras el almuerzo:
Dado que el sistema digestivo se debilita durante el transcurso del día, es mejor comer alimentos crudos antes de las 4 p.m. y alimentos cocidos después, pues son más fáciles de digerir.

9.Mastica tu comida:
La saliva es parte esencial del rompecabezas digestivo, pero con frecuencia comemos como anacondas y pasamos la comida tan rápido que obligamos al estómago a hacer todo el trabajo. Tómate algunos segundos adicionales para masticar bien tu comida. El estómago te lo agradecerá.

Texto tomado del libro de Phoebe Lapin «Bienestar total»

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Hasta pronto 🙂