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Consejos de hidratación de una hedonista saludable

El agua es un ingrediente esencial para la salud de nuestro cuerpo, así como un excelente desintoxicante. He aquí algunas estrategias para hidratarte de  forma más sabia:

 

  1. Trata como si fuera alcohol cualquier bebida que no sea agua.
    Cualquier bebida con calorías debe ser considerada un premio  (como una copa de vino) y no algo que el cuerpo necesita. El refresco en particular debe ser una indulgencia en ocasiones especiales, como un shot de tequila.
    El café y el té no son tan preocupantes, pero no debes considerarlos parte de tu cuota diaria de agua.
  2. Pon una jarra de agua en tu escritorio
    Esto no solo ayuda a llevar registro de tu ingesta diaria , sino que también sirve como un poderoso recordatorio de que debes beber agua.
  3. Dale un toque de sabor
    No todos son aficionados al agua natural, así que darle al agua un poco de sabor es una excelente idea. Agrega fruta fresca, rebanadas de pepino u hojas de té herbal. También puedes hacer cubos de hielo de jugo de limón y jengibre. (o una cucharadita de clorofila y hierbabuena Livenka)
  4. Usa varas de carbón activado portátiles
    Es mucho más dificil beber agua limpia cuando sales que cuando estás en tu casa. Las varas de carbón japonesas son un filtro de agua maravilloso, económico y portátil. Lo único es que debes dejarlas trabajar durante una hora para obtener resultados óptimos. También es necesario «recargarlas» cada dos meses, lo que implica hervirlas en agua durante diez minutos. Y es indispensable remplazarlas por completo cada 6 meses.
  5. Olvídate de las botellas de plástico
    Compra una botella rellenable de acero inoxidable o de plástico libre de BPA que puedas llevar contigo. Cuando te pones a pensar que se  requiere el agua de tres botellas para fabricar una sola botella de plástico, se vuelve mucho más claro que es mejor ahorrarse los interruptores endocrinos que contaminan el agua que bebemos y la tierra donde se desechan esas botellas.
  6. Compra un filtro
    No hay necesidad de que empieces por comprarte el ferrari de los filtros. Es preferible que empieces con algo que no vaya a causar alteraciones serias a tu estilo de vida, ni a tu cartera y que de ahí vayas haciendo mejorías. Aunque las jarras filtradoras parezcan las más económicas, asegúrate de calcular el costo anual que tendrán.  Anota en tu calendario la fechas en las que se deben cambiar los filtros. El agua potable de un filtro vencido es más tóxica que la que sale del grifo.
  7. Compra un filtro para la regadera también
    A diario pasamos mucho tiempo con el agua de la regadera. La piel es capaz de absorber hasta ocho vasos de toxinas durante una ducha promedio. Es una tontería gastar tanto tiempo y dinero obsesionado con el agua que bebes si seguirás absorbiendo una cantidad comparable de sustancias químicas a través de la piel.
  8. Usa cortinas de baño de tela
    Aunque no lo creas las cortinas de baño es una de las cosas más tóxicas de la casa. El recubrimiento suele estar hecho de PVC (cloruro de polivilino) Lo que significa que llenas tu baño de ftalatos interruptores endocrinos. Las cortinas de tela se deben lavar con frecuencia si no quieres que se manchen de moho, pero es una desventaja menor a cambio de ahorrarte la carga tóxica.
  9. Cambia la sal de mesa por sal de mar
    El yodo es un ingrediente importante para la salud tiroidea, pero consumirlo en exceso puede desbalancear sus funciones. Basta con media cucharadita de sal yodada para cubrir tus requerimientos diarios y, si llevas una dieta balanceada, lo más probable es que ya obtengas suficiente yodo del pescado, los huevos y las verduras. Ten en casa sal de mar sin procesar o sal rosa del Himalaya para controlar tu ingesta de yodo y consumir mucho otros minerales esenciales
  10. Haz de los caldos tu nueva agua de coco.
    Cuando los huesos hierven por horas, liberan aminoácido, colágeno y nutrientes que ayudan al cuerpo a sacar todo el provecho posible del líquido que consumes. Eso significa que el caldo de pollo casero es tan bueno para el sistema inmune como lo es para el alma.

*Esta lista fue tomada del libro de Phoebe Lapine «Bienestar total». Una guía inteligente y divertida para sanar nuestros cuerpo sin renunciar a los placeres de la vida.

 

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