La tradición culinaria mexicana está llena de alimentos de alto valor nutricional, como lo es la chía. Esta semilla ha estado en nuestras bebidas desde tiempos prehispánicos, siendo en esos días uno de los alimentos básicos de la dieta de Aztecas y Mayas, aunque fue perdiendo popularidad frente a la enorme competencia de bebidas extranjeras. Afortunadamente y gracias a la ciencia, nos hemos dado cuenta del valor de este alimento y se ha vuelto a posicionar entre los número uno como elemento indispensable en nuestras alacenas, ya que es considerado como súper alimento gracias a su alto contenido de nutrientes.

¿Por qué consumirla?
Esta pequeña semilla es una excelente fuente natural de ácidos grasos Omega 3, antioxidantes, proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Entre sus beneficios se encuentran:

• Aporta energía de manera natural y saludable
• Ayuda a controlar los niveles de colesterol y presión arterial
• Facilita la digestión y mejora el tránsito intestinal
• Tiene efecto saciante, ayudando a controlar el apetito
• Ayuda a mejorar la salud del sistema nervioso e inmunológico
• Favorece el desarrollo muscular y la regeneración de tejidos
• Mejora la actividad cerebral
• Ayuda a controlar los niveles de azúcar

Obtén todos sus beneficios fácilmente

La chía se puede agregar a muchos platillos: panes, repostería, frutas, salsas, sopas y más, ya que no contiene sabor ni aroma. La manera más común es una de las más sencillas: El agua fresca de chía.

Para prepararla sólo necesitas lo siguiente:

• 1 taza de semillas de Chía
• 2 litros y medio de agua
• 5 cucharaditas de Estevia en polvo
• 100 ml de jugo de limón

Debes dejar remojar las semillas de chía en medio litro de agua durante 3 horas. En el resto del agua añades la estevia y el jugo de limón. Pasadas las 3 horas agregas la chía remojada, y enfrías. Al servir procura mover las semillas con una cuchara de madera para que se repartan adecuadamente. Listo, una bebida refrescante, deliciosa y saludable.

También la puedes agregar a todo tipo de bebidas como jugos, licuados y aguas frescas de jamaica, pepino o cualquier otro sabor de tu preferencia. Así que ¿qué esperas para retomar este alimento prehispánico y beneficiarte de todas sus propiedades?